sábado, 13 de junio de 2009

Para debatir: "EL PAPEL Y SU PODER DE CONTAMINAR"

Problemáticas actuales
EL PAPEL Y SU PODER DE CONTAMINAR, por Abraham Bastida Aguilar.
El papel y la imprenta guiaron a Europa a la salida de la edad del oscurantismo, más o menos 50 años después de que Johannes Gutemberg inventara la imprenta a mediados del siglo XV, se habían publicado más de seis millones de libros de leyes, ciencias, política y religión, exploración y poesía.
El primer papelero, según la leyenda fue Ts´Lun, quien lo creó usando fibras de cáñamo, corteza de árbol, jirones y pedazos de red de pescar en el año 105 de nuestra era, quizá para satisfacer el deseo de los calígrafos chinos de trabajar con un material más práctico que la seda o las tiras de bambú. Desde entonces los chinos profesan gran amor por el papel; siglos antes de Gutemberg fueron los primeros en hacer papel moneda, papel higiénico y libros. Incluso entre ellos existía la prohibición de pisar una hoja de papel que tuviera algo escrito.
De sus usos más notables a los más ordinarios, el papel es un signo de la magia de la innovación; esta presente lo mismo en la simpleza de un rollo de toallas de cocina que en lo extraordinario de las exquisitas bandas para ceñir kimonos. De papel son los billetes que corren por las prensas de una casa de monedas fuertemente custodiada y una caja de cartón que guarda partes de computadora en algún almacén, la misma caja que desechada, un indigente de la ciudad convierte en refugio temporal.
En cuanto artículo industrial, el papel está a la par de gigantes como el petróleo y el acero. Las monedas fabricadas de todo el mundo producen alrededor de 300 millones de toneladas de papel al año, lo que en peso equivale al triple del total de la producción de vehículos automotores en el mundo.
La industria del papel ha cumplido con su deber de ciudadana corporativa. En 1995 recicló 43.3 millones de toneladas de papel en comparación con los 22.5 millones de toneladas de 1986. Y por años ha cumplido con las leyes en materia de contaminación del aire y el agua.
El negocio papelero actual difiere de la enorme producción artesanal de papel que practicaron a lo largo de los siglos algunas personalidades de sobrada habilidad como Sakamoto. Los fabricantes de papel contemporáneos emplean aún la misma fórmula que sus antecesores aplicaron: aguas y fibra de celulosa. El papel toma forma cuando los átomos de las fibras se enlazan con los que están en las moléculas del agua; cuando éstas se dejan escurrir por un bastidor sus moléculas tiran de las fibras con tal fuerza que entre ellas se enredan y forman nuevos lazos que crean una superficie sólida. Actualmente Estados Unidos cuenta con modernas y gigantescas máquinas de hacer papel, enormes rollos, conductos y tubos que con enormes ruidos emiten vapor. En un extremo, agua que contenía una pequeña cantidad de pulpa de madera caía sobre una banda transportadora, y mientras una cinta de papel del ancho de una carretera de dos carriles se iba produciendo.
El problema se origina en el siglo XIX, cuando los papeleros desplazaron el uso de pedazos de materia prima por el de fibras de árbol por ser más barata y abundante. Las fibras de los árboles están unidas por una sustancia llamada lignina (sustancia de protección de las plantas), que con el tiempo se oxida y hace que el papel se torne café. Hoy en día casi todos los libros que se publican se imprimen en papel sin componentes ácidos para que se conserve mejor.
Esta cantidad de papel termina a veces en los tiraderos, donde ocupan más espacio que cualquier otro tipo de desperdicios, por si esto fuera poco, según acusaciones de los ambientalistas, la industria del papel arrasa con los bosques y contaminan el aire, la tierra y el agua al emitir residuos venenosos, como las dioxinas que llegan a la cadena alimenticia de los seres humanos mediante el consumo de peces, aves y otras criaturas.
Personas con ideas innovadoras ya trabajan en la solución de estos problemas, mediante el reciclaje de papel e incluso contemplan la creación de nuevos materiales con el papel usado para hacer de este producto un mejor uso y menos daño para el medio ambiente.
Un ejemplo es el Laboratorio de Productos Forestales del Servicio de Bosques Estadounidenses en Madison, los investigadores están descubriendo nuevos usos para el papel. Hasta ahora han conseguido combinar el periódico con plástico usado en el laboratorio logrando producir sillas para jardín, cubiertas de cinturones de seguridad e incluso platos para perros.
Estos nuevos productos podrán reducir algún día el número de árboles talados para obtener madera de construcción, pero no impedirán que los bosques sean talados para obtener pulpa. Se calculan que cada año se recolectan 283 millones de metros cúbicos de pulpa de madera para hacer productos papeleros en todo el mundo. Los ambientalistas continúan en la lucha, ejerciendo presión sobre la industria del papel, que arroja dioxinas y compuestos organoclorados relacionados con las descargas de sus fábricas como residuos de los procesos de blanqueamiento que ejecuta para eliminar las impurezas residuales de la madera y mejorar la calidad de impresión del papel.

1 comentario: