sábado, 12 de diciembre de 2009

jueves, 5 de noviembre de 2009

Murió el historiador Félix Luna



Tenía 84 años y en el último tiempo peleó contra una larga enfermedad. "Falucho" como lo conocían sus amigos, fue autor, entre otras obras, de "Breve historia de los argentinos". Además, fundó y dirigió la revista "Todo es historia".
A los 84 años, falleció este mediodía el historiador Felix Luna, uno de los iconos de la historiografía argentina, quien desde hacía días estaba internado en el Instituto Argentino del Diagnóstico.
Autor de más de una veintena de libros, Luna había nacido el 30 de septiembre de 1925 en Buenos Aires, pero su familia era de oriunda de La Rioja. De familia ultra-radical, su abuelo fue fundador de la Unión Cívica Radical (UCR) de La Rioja y su tío, Pelagio Luna, fue el primer vicepresidente electo en elecciones en el país, cuando acompañó en la fórmula de 1916 a Hipólito Yrigoyen.
Entre sus principales libros pueden nombrarse "Yrigoyen" (1954), su primer obra; la "Breve historia de los argentinos" (1993) y su monumental trabajo de diez tomos "Historia integral de los argentinos". Otros de sus títulos más leídos fueron "Argentina: de Perón a Lanusse" (1973) y "Soy Roca" (1989), en el que desentraña la polémica figura de Julio Argentino Roca.
Falucho , como le decían sus amigos, fundó y dirigió hasta el día de su muerte la revista "Todo es historia", un faro de consulta obligada para generaciones de historiadores argentinos, que ha sido publicada desde 1967 hasta la fecha de manera ininterrumpida.
Apasionado por los ritmos folclórico y la poesía, escribió con su pluma varias canciones, entre ellas las que componen el disco Navidad Nuestra (1964), Mujeres Argentinas (1969) donde el hit fue su canción "Alfonsina y el mar" y Cantata Sudamericana. su pasión musical le había valido un premio de la Academia del Folklore de la República Argentina, que le entregaron en la legislatura porteña el pasado 3 de noviembre.

domingo, 11 de octubre de 2009

Liliana Bodoc para escuchar

Entrevista con Liliana Bodoc por Sandra Comino

"Escribo porque siento que es lo mejor que sé hacer. Es mi manera de participar en la protesta frente a tanta injusticia y tanto horror. La literatura es mucho más poderosa que el panfleto."


—Liliana Bodoc, sos la autora de una saga que finalmente estará conformada por tres volúmenes. Nosotros conocemos dos: Los días del Venado, y Los días de la Sombra. ¿Cómo nace la idea de armar una trilogía?
—Lamentablemente, no tengo ninguna anécdota sorprendente que contar al respecto; tendría que ficcionalizarla. Pero la verdad es que la saga nació como una decisión casi arrebatada que pasó primero por lo ideológico. De más está decir que uso el término "ideológico" en su acepción más amplia. Ahora, yo creo que las ideologías están muy entremezcladas con lo afectivo. Yo procuré unir en mi saga convicciones y amores: quise escribir una saga que enalteciera la lucha del hombre por la libertad, la relación de amor con la naturaleza. Y, por supuesto, lo mágico como modo intuitivo de conocimiento.
—Quiero que me cuentes la historia de Los días del Venado (el primer libro de la saga), su proceso y su llegada a la editorial. ¿Cómo fue la publicación?
—Fue así. Yo no tenía absolutamente ningún contacto editorial. Escribí la novela y viajé a Buenos Aires con varios ejemplares anillados. Y sin ninguna idea del modo como funcionaban las editoriales, ni siquiera conocía el nombre de los editores.
Terminé mi novela y pensé que valía la pena hacer el intento. Debo decir que muchos, queriendo evitarme una decepción, me dijeron cosas como estas: "Y bueno, viajá. Total aprovechás para visitar a tus hijos".
—¿Se lo habías dado a leer a alguien?
—Sí, a Julio Rudman, un periodista mendocino especializado en Literatura. Luego vinieron las editoriales: silencio, en algunos casos. En otros, la sugerencia de presentar la novela a concurso. Y también una negativa, debo reconocer, muy respetuosa y argumentada. Pero yo no me desanimé. Y hoy entiendo que es parte del trabajo de hacerse escritor: aceptar las negativas, aceptar los tiempos, que siempre son más largos que nuestra ansiedad. Y seguir.
—¿Sabías para qué tipo de receptor podía ser la novela?
—La verdad es que no me senté a escribir una novela juvenil , sino una saga épica. Descubrí después que los jóvenes podían ser receptores entusiastas de mi trabajo. Tanto es así que finalmente fue Antonio Santa Ana, editor de Literatura infantil y juvenil del Grupo Editorial Norma, quien decidió publicarla.
—¿Cuánto tiempo transcurrió entre la entrega y la devolución?
—Muy poco. Más o menos un mes.
—Y te dijo que la quería editar...
—Sí, eso me dijo. Y creo que la alegría todavía me dura. Por suerte, mientras escribía la novela, el tema de la edición no era una preocupación para mí. De haberlo sido, tal vez no me hubiese animado a escribirla. Tal vez fue un poco inconsciente dedicar dos años de mi vida a un trabajo del cual desconocía totalmente las posibilidades. En este caso, salió bien.
—¿Qué repercusiones tuvo esta incursión en la literatura, con tus colegas escritores?
—La devolución más cercana fue del entorno de Mendoza. Esto en dos etapas: un primer momento de cierto rechazo; bastante difícil de sobrellevar en algunos casos. Pero lentamente la situación fue cambiando. Ahora tengo, con la mayoría, una excelente relación. No sé lo que sucederá en la capital. Pero para algunos escritores del interior Buenos Aires es un conflicto y una esperanza. Buenos Aires nos enoja, pero su indiferencia suele ocasionar un sufrimiento profundo. Y a veces ese sufrimiento genera resentimiento.
—Por lo general, los escritores que escriben para adultos no leen Literatura Juvenil. Y los que escriben literatura infantil a veces no se leen entre ellos ¿Te han hecho lugar?
—Los musulmanes tenemos una frase: "Es muy fácil entristecerse con el dolor ajeno; pero es muy difícil alegrarse con la alegría ajena". Creo que hay lugar para todos en el mundo. Creo en la lógica de las mercerías que se ponen todas juntas y se potencian. Estamos juntos y vendemos todos.
—¿Cómo manejás tus estados de ánimos en relación con la escritura?
—En general intento que me sirvan y los pongo en función de la ficción. En la novela, hay cosas de mi vida cotidiana. Me interesa mucho la observación de las acciones físicas, descubrir cómo se realiza una acción física, como y con qué ritmo reaccionás ante determinado estímulo. Hago observaciones del prójimo, esto debe venirme del teatro. Pero es muy útil para la verosimilitud de los personajes.
—Las dos historias pertenecen a esa clase de libros donde uno puede acurrucarse y meterse, sensación que no adviene con todos los libros. Debo reconocer que el épico no es un género que me guste, pero cuando decidí leer la saga, no pude dejarla. Luego me pregunté: ¿Cómo puede ser que me atrapó tanto? Y creo que es por el trabajo que tiene en la escritura, que establece el vínculo amoroso del que habla Barthes. Te parece que Los días de la Sombra se puede leer sin haber leído Los días del Venado?
—Tengo la respuesta de dos lectores que por diversas causas tuvieron esa experiencia. Según dijeron, podían vislumbrar que había una historia atrás, pero eso no perturbó ni trabó la comprensión de la lectura.
De todos modos, en la segunda parte hay capítulos que, de alguna manera, son un retorno a la primera. El viaje de Kupuka por el bosque, después de despedirse de Vieja Kush, es un ejemplo. Le tengo miedo a la redundancia, pero me pareció necesario volver sobre algunos datos esenciales como recordatorio de la primera parte.
—Para entrar un poco más en la cocina de la saga ¿Cómo partiste para la construcción de la historia? ¿Por la historia misma, por los personajes, por la estructura?
—Empecé con los presupuestos genéricos, con las leyes que el género tiene. Y eso me ordenó y me sirvió de cauce. Los viajes, las batallas, el héroe, el enfrentamiento, casi maniqueo, entre el Bien y el Mal. Sólo que en este "mapa épico" el Bien está en el sur. Y por supuesto que la elección no fue casual.
—¿Tiene que ver con el mundo Mapuche?
—Los husihuilkes están referenciados en el pueblo Mapuche. Sus nombres, sus mitos y costumbres. Pero, sobre todo, su índole guerrera y anárquica.
—Hay un por qué en la elección de los nombres, ¿no?
—Sí lo hay. Los nombres de los husihuilkes tienen origen Mapuche. Los zitzahay y los Señores del Sol tienen nombres con reminiscencias náhuatl. Todos los nombres de Las Tierras Antiguas son de origen griego. Además, cada nombre tiene que ver con una característica del personaje.
—¿Cuál fue el personaje que primero se te ocurrió o que tiene más fuerza en la escritura?
—Creo que la épica se desarrolla alrededor de Dulkancellin. Él es el héroe.
—Había pensado que era alrededor de Vieja Kush.
— Sí, claro. Es ese par: lo masculino y lo femenino, la fuerza y la ternura.
—En toda la saga el tema de la muerte, está muy presente. Hay descripciones crudas, corre sangre obviamente en las batallas, nada es ingenuo o liviano ¿cómo decidiste quién moría en cada etapa, por ejemplo?
—He recibido quejas por la muerte de algunos personajes, incluso por la forma en que mueren. Yo tenía claro que no quería un héroe al estilo de "Terminator". La batalla es del pueblo de las Tierras Fértiles. No es una batalla individual, sino colectiva.
Además tiene que ver con la concepción de muchos pueblos aborígenes americanos para los cuales ni la muerte, ni la enfermedad, ni la vejez son vistas como fracasos.
—Bueno, ahí está, creo, lo esencial de la historia: la resignación ante la muerte... luego la sorpresa, lo inesperado, la severidad y crudeza de las luchas campesinas.
—En la novela, la ley está primero, aún antes que el propio corazón. Lo que dicta la ley es inevitable. Y esto quise marcarlo.
—Hay una tolerancia a esas situaciones que vienen como mandatos y se transmiten de generación en generación.
—Es sentirse parte de todo y entender la muerte como transformación. Yo muero y paso a formar parte del ciclo de la creación. Entonces, la desaparición no es tan trágica. Para nuestra civilización la pérdida de un individuo es absolutamente trágica. En cambio, la concepción de estar hermanado con toda la creación suaviza enormemente el tema de la muerte. Yo me voy para que otros vengan. Me voy pero me encarno en un árbol... vuelvo a la tierra.
—Por un lado, esto que contás pertenece al trabajo de la historia y a la construcción del universo de la novela y los personajes. Ahora, ¿cómo trabajaste la escritura? ¿Corregiste mucho? Hay frases con mucha poesía; se nota el trabajo del lenguaje como si hubieras dedicado mucho tiempo a cada frase... ¿es así?
—Yo le dediqué mucho tiempo y paciencia a la construcción formal. Pero abrevé en la oralidad indígena, en la forma musical y metafórica que ellos tienen de decir.
—De acuerdo, pero esto no está sólo en los diálogos sino también en las descripciones.
—Quizás se debe a la intención de no resquebrajar el mundo mítico cerrado. Para eso, hasta el narrador debía apartarse de nuestra oralidad. Ni los personajes ni el narrador debían introducir registros actuales.
—¿Te dio trabajo lograr ese registro?
—Sí, al principio, pero luego esa voz se va haciendo familiar.
—En Los días de la Sombra, hay abundancia de discurso directo que trabajás mucho para cambiar el punto de vista. No decís quien lo dice pero uno lo registra por esas marcas que tan bien manejás.Y esto le otorga libertad al lector. Pero no sólo los personajes cambian el punto de vista, el narrador también se abre para dar cuenta sobre la historia desde más de una perspectiva.
—A mí me gusta trabajar con discurso indirecto libre. Hacer que el narrador, sin la forma concreta del diálogo, hable por el personaje.
Y bueno, con Los días de la Sombra, fui perdiendo miedo. Lo escribí más despreocupada de todos los didáctismos. Busqué más tranquila.
—No te sucede que te sorprende el final mientras desarrollás la historia.
—No, eso no. Sí, en cambio, me sorprenden nuevos modos de llegar al final previsto.
—Me llamó la atención en la presentación minuciosa de los personajes en diferentes capítulos; luego, en el segundo libro, retomás algunos detalles que no desarrollaste en el primero y con esto reiterás detalles escritos, pero de una manera diferente. Esto enriquece la trama y no hay una sola contradicción. ¿Cómo hacés con el seguimiento de los personajes?
—Tengo cuadernos y cuadernos con cuadros de las edades de los personajes en relación a los acontecimientos de la novela. Por ejemplo, establezco cinco o seis hitos temporales, y determino cuántos años tenía cada personaje en el momento que ocurrió ese suceso. Mido el paso del tiempo con cosechas, soles, temporadas de lluvias.
—De modo que tus apostillas son otra novela.
—Algo parecido. Y vuelvo permanentemente. Te cuento una infidencia relacionada con la escritura de la segunda parte: Cucub es herido en una balsa. Thungür, que está con él, lo tapa y abandona la balsa para abordar un barco enemigo. Continúa y termina la batalla. Llega la noche y el amanecer. Entonces, me di cuenta de que había olvidado a Cucub. Era un error, indudablemente. Pero había distintas maneras de solucionarlo. Una era retroceder y volver a escribir (lo hice muchas veces), otra era trasladarle mi olvido a Thungür. Y eso fue lo que decidí porque me permitió humanizar el personaje y trabajar el tema de la culpa.
—Saliendo un poco de tus personajes ¿Cuáles fueron tus lecturas de infancia?
—Bueno, los clásicos, como todo el mundo. Recuerdo como lectura muy entrañable de la colección de Monteiro Lobato: Las travesuras de Naricita, y especialmente el tomo dedicado a la mitología portuguesa y brasileña. Los cuentos maravillosos, las fábulas, Los viajes de Gulliver. ¡Mujercitas, por supuesto! Más tarde:
Horacio Quiroga, Lewis Carroll, Jack London...
—¿Y tus lecturas de adulta?
—Por un lado las lecturas del cursado de la carrera de Letras. Agradezco todas, aun las torturantes. En mi escritura está el Mio Cid de alguna manera, porque está la épica.
Por otro lado las lecturas "obligadas" de los que fuimos jóvenes de izquierda en los '70: Cortázar, Neruda, Guillén, Herman Hesse. También García Márquez, Rulfo. Como verás, muy previsible.
—¿Tuviste alguna abuela tan entrañable como el personaje de vieja Kush?
Tuve una hermosa abuela. Charlando con chicos de un colegio secundario, afectos a indagar sobre la vida privada, uno de ello me dijo con mucha naturalidad: "Entonces su familia es como la de Dulkancellin." Juro que hasta ese momento yo no había advertido la semejanza: me crié con mis abuelos, un papá viudo y cuatro hermanos.
—Te leyeron lo autobiográfico.
—Sí, así es. Y yo no podía creer que se me hubiese pasado por alto ese paralelismo.
—¿Sos consciente que nadie se metió en Argentina con este género?
—Yo lo escribí sin pensar en esto. De todos modos, me parece que Kalpa Imperial de Angélica Gorodischer puede ser un referente, porque recrea un mundo, un universo cerrado.
—¿Siempre escribís?
—Es muy difícil que pase un día entero sin escribir. Me hace bien hacerlo. Escribo intentando poner allí mi pensamiento y mis convicciones al servicio de la literatura. Y no al revés. Verdaderamente, escribo porque siento que es lo mejor que sé hacer. Y siento también que es mi manera de participar en la protesta frente a tanta injusticia y tanto horror. La literatura es mucho más poderosa que el panfleto.
—¿Qué otras obras publicaste últimamente?
—En 2003 apareció una novela relativamente breve que quiero mucho: Diciembre, Súper Álbum
y, en 2004, el libro de cuentos Sucedió en colores.
—¿Cuándo escribiste los cuentos de Sucedió en colores?
—Estos cuentos surgieron de un juego que me hacía mi papá cuando era chica. Él inventaba versos de colores. Eran poemas cortitos que hablaban de un color sin nombrarlo. Te digo uno: "Bajo el sol de mayo, la japonecita de leve quimono llora su gran cuita: comiendo tortilla se manchó con huevo". Ese era el amarillo, claro.
—Como un extrañamiento.
—Claro. Le pregunté a mi viejo si me regalaba la idea de los colores para transformarla en cuentos. Como cualquier papá se puso feliz.
—¿En qué momento escribís?
—Bueno, yo estoy sola en Mendoza —mis hijos viven en Buenos Aires (en realidad, empecé a escribir cuando mis hijos se fueron de casa)— y le puedo dedicar mucho tiempo a la escritura. Tengo esa suerte.
Una vez alguien me preguntó acerca del dolor de la escritura y yo dije que me daba vergüenza, en este país, hablar del "dolor de escribir". Me parece presuntuoso y cruel hablar del dolor de escribir historias cuando a muchos les duele la panza porque tienen hambre.
Atrás de estos libros, de todos los libros, hay gente muerta. A este sistema sólo le cierran las cosas de una manera; por cada ser humano que logra una vida de cierta plenitud hay muchos otros que ni pueden abrir los ojos. De eso no me quiero olvidar. Le debo mi alegría a mucha gente que ni siquiera conozco.

La escritora Liliana Bodoc ganó el Premio de Literatura Infantil El Barco de Vapor 2008 (Argentina)

La novela "El espejo africano", de Liliana Bodoc, ganó el 7° Premio de Literatura Infantil El Barco de Vapor 2008, que organiza Ediciones SM de Argentina.
Liliana Bodoc nació el 21 de julio de 1958 en la ciudad de Santa Fe (Argentina); a los cinco años su familia se trasladó Mendoza, donde residió hasta hace muy poco. Cursó la Licenciatura en Literaturas Modernas en la Universidad Nacional de Cuyo, durante algunos años ejerció la docencia dictando literatura argentina y española en colegios secundarios, y coordinó el Taller de Narrativa, patrocinado por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo y el Diario Los Andes.
En el año 2000, publicó "
Los días del Venado", primera parte “La saga de los confines” (integrada además por "Los días de la Sombra" y "Los días del Fuego"); una trilogía de fantasía épica que recibió el reconocimiento de la crítica, diversos e importantes premios, y fue traducida a varios idiomas (alemán, francés, italiano, portugués, holandés). Otras de sus obras son: "Memorias impuras", "Sucedió en colores", "La mejor luna", "Diciembre", "Súper Álbum", "El mapa imposible" y "Amigos por el viento".
"El espejo africano", la novela premiada en esta oportunidad, “es la historia de un espejo que va enlazando el destino de distintas personas en distintos lugares: una esclava africana, el general San Martín, un temeroso huérfano español… Y cuenta las arduas luchas que estos y tantos otros hombres y mujeres afrontaron para obtener la libertad. Una historia que empezó hace dos siglos, pero aún no ha terminado”.
El jurado de la séptima edición del Premio estuvo integrado por los escritores Silvia Schujer y Oche Califa, y Laura Leibiker, Jefa de Publicaciones Generales de Ediciones SM.
(Adaptación)

miércoles, 16 de septiembre de 2009

HALLAN A PARIENTES VIVOS DE HITLER A TRAVÉS DE MUESTRAS DE ADN

OBSESION. MARC VERMEEREN TIENE UNAS 500 BIOGRAFIAS DEL FÜHRER.

Dos investigadores belgas lograron por primera vez rastrear, a través de muestras de ADN, a familiares del ex dictador nazi Adolf Hitler. Ya lograron ubicar a 39 parientes vivos.

Para desenmarañar el árbol genealógico de Hitler, los investigadores tomaron muestras de ADN de colillas de cigarrillos olvidadas en un pueblecito de la Baja Austria, una servilleta de papel utilizada en un restorán de comida rápida de Nueva York y estampillas de cartas mandadas hace más de 30 años, según informó en su edición de ayer el diario El Mundo, de España.

Los dos "cazaHitlers" son el periodista Jean-Paul Mulders, de 41 años, y Marc Vermeeren, un historiador y genealogista amateur de 51 años. Obsesionado con Hitler, Vermeeren atesora en su estudio más de 500 biografías del dictador alemán y 20.000 documentos, entre ellos la partida de nacimiento de Hitler.Mulders y Vermeeren pudieron determinar que tres bisnietos del padre de Hitler, Alois, continúan viviendo en Long Island, Nueva York, bajo el apellido falso Suart-Houston."Se pusieron de acuerdo en no tener hijos para extinguir la saga de los Hitler y dejar de vivir con miedo, pero han prometido publicar un libro antes de morir", contó Mulders.

Para su trabajo, Mulders y Vermeeren robaron a Alexander Stuart-Houston una muestra de su ADN. Según los investigadores, el hombre fue a un restorán de comida rápida y ordenó sin bajarse de su auto unas alitas de pollo. Luego de comerlas, tiró por la ventanilla una servilleta. "Y allí estábamos nosotros, con unos guantes de látex, unas pinzas y una bolsa de plástico, recogiendo la servilleta asquerosa, con sus labios marcados en grasa de pollo", dijo Mulders.

En la Baja Austria los parientes de Adolf Hitler que allí viven optaron por cambiarse un par de letras del apellido. Se llaman Hüttler y, así, lograron vivir camuflados durante las últimas décadas entre los Hietlers, Hütlers, Hiedlers que pueblan las guías telefónicas.

FUENTE: http://www.clarin.com/diario/2009/09/14/sociedad/s-01998414.htm



lunes, 31 de agosto de 2009

"El dedo", cuento que inspiró la película "El cadáver de la novia"

El cadáver de la novia, la película de Tim Burton está basada en un cuento popular ruso que relata el involuntario compromiso que se produce entre un tímido joven y una novia ya muerta. El título de este cuento es "El dedo".
El origen de este cuento popular se puede remontar al pensador Rabbi Isaac Luria de Safed, un místico del siglo XVI. En el cuento original, la novia cadáver en cuestión no es una difunta, sino un demonio. En la adaptación ruso-judía que se realizó en el siglo XIX, una mujer es asesinada en el día de su boda y enterrada con su vestido de novia. Después, un hombre, camino a su propia boda, ve el dedo sobresaliendo del suelo y cree que es un palo. A modo de broma, le pone la alianza de su novia y baila a su alrededor, recitando sus votos. El cadáver emerge de la tierra (con la alianza puesta) y se declara casados.
La adaptación nació de los pogroms rusos anti-judíos (actos de gran violencia) del siglo XIX, cuando se decía que las mujeres jóvenes eran raptadas de sus carruajes y asesinadas de camino a sus bodas. El cuento suele acabar con los rabinos anulando la ceremonia y la novia viva prometiendo vivir su matrimonio en memoria del cadáver, parte de la tradición judía de honrar a los muertos a través de los vivos y sus acciones.


martes, 18 de agosto de 2009

Primer año. Temas de las evaluaciones de Lengua y Literatura, 25/08/09 y 27/08/09

Temas (Evaluación del 25/08/09), ver carpeta y libro:
  • Verbo. Morfología (raiz y desinencia).
  • Accidentes del verbo: persona gramatical, número, tiempo y modo.
  • Verbos modelo (amar, temer y partir). Primera, segunda y tercera conjugación.
  • Modos: (ver Paradigma verbal en el libro) Indicativo, Subjuntivo e Imperativo. La actitud del hablante.
  • Tiempos: Presente, Pretérito Perfecto simple, Pretérito Imperfecto, Pretérito Pluscuamperfecto y Futuro Imperfecto del Modo Indicativo. Presente, Pretérito Imperfecto del Modo Subjuntivo.
  • Verbos regulares.

Temas (evaluación del 27/08/09):

  • El cuento. Características.
  • Superestructura narrativa.
  • El cuento realista. Características.

sábado, 15 de agosto de 2009

Sitio Oficial, para recorrer, y recorrer.


Sitio oficial:

BIOGRAFÍA DE ANA FRANK

La ciudad de Amsterdam recuerda cada primavera, la figura de la jovencita Ana Frank que vivió el Holocausto Nazi en los últimos años de su corta vida.
Annelies Maria Frank Höllander, nace en Frankfurt am Main ( Hesse-Alemania) el día 20 de junio de 1929. Sus padres eran Otto Heinrich y Edith y tenía una hermana, llamada Margot, que era dos años mayor que ella. La familia era judia por lo que muy pronto se trasladaria a vivir a Holanda, en 1933 y en Amsterdam encontraron por un tiempo la paz que buscaban lejos de la nueva política de su país natal.
El padre de Ana, que era empleado de un banco en Frankfurt encontaría trabajo como director en una sociedad llamada Travis NV, asociada a otra conocida que era la Kolen & Cía de la ciudad de Amsterdam, que elaboraban mermeladas. Solo el padre, al principio se fue a vivir a Amsterdam mientras que la familia se instalaría en la casa de la abuela materna de Ana, en la ciudad de Aquisgran. La madre de Ana, encontraría una nueva casa antes de acabar 1933, en la plaza Merwedeplein, situada en un barrio nuevo de Amsterdam. Anna y su hermana se criaron como holandesas pero sin olvidar sus raíces alemanas y judias.
Siendo una niña de trece años, Ana vio en una tienda cercana a su casa, unos diarios íntimos. Entonces, tuvo la idea de relatar su vida en uno de ellos, todo lo que le iba sucediendo a su familia y a ella. En seguida, le pidió a su padre que le comprara un diario como regalo de cumpleaños.
En 1938, Ana vivió como dos de sus dos tíos maternos llegaron de Alemania para instalarse en Amsterdam, huyendo de las persecuciones nazis.
El 10 de mayo de 1940 las tropas alemanas invaden Holanda. La familia ya no se encuentra a salvo, empiezan un vivir por un futuro incierto.De 1942 a 1944, Ana relata en su diario todo lo que íba sucediendo a su alrededor. Cómo los alemanes invadieron Holanda y cómo trataba al pueblo holandés y a la comunidad judía.
El 5 de julio de 1942, la familia, como muchas otras de origen judio, son reclamados por la justicia alemana, mediante una citación para ser enviados a campos de concentración. La familia asustada, se traslada detrás del edificio donde el padre de Ana trabajaba y que databa del siglo XVI, una casa muy típica de la arquitectura holandesa. El nuevo refugio familiar se iria ampliando con otros judios que, como ellos, buscaban un lugar para no ser deportados. Detrás de una estanteria con libros giratoria que tapaba la entrada de acceso a dos habitaciones (dos en la planta de arriba y otras dos en la planta de abajo), convivían varias personas con los Frank, un total de 8 personas.Cada adulto tiene destinado algunos trabajos diarios para poder salir adelante: compras, limpieza, etc. Ana y su hermana de dedican a escribir y a leer libros.
El 9 de octubre de 1942, mientras están escuchando una emisora de ràdio inglesa, anuncian como mueren los prisioneros judíos en las cámaras de gas. Todos los refugiados se alarman y empiezan así algunas riñas y peleas. Ana se siente confusa.
En 1944 por la radio, también Ana sabe que los aliados americanos toman las playas de Normandia y todos en el escondijo se sienten un poco aliviados.
El 4 de agosto de 1944, en un día de verano, son hallados los Frank y las otras personas que se escondian con ellos. Unos vecinos los denuncian.Las tropas de la SD (Servicio de Seguridad Alemán) acceden al escondite. Todos son llevados ante la Gestapo y son interrogados.Después fueron llevados a una cárcel de la SD en el centro de Amsterdam,
En diciembre de 1944, separadas de sus padres, Ana y Margot fueron trasladadas a Alemania y llevadas al campo de concentración de Bergen-Belsen (Baja Sajonia)
El 6 de enero de 1945 muere su madre Edith en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, el más letal y famoso de todos.
Ana Frank murió de tifus el 12 de marzo de 1945, a los 16 años de edad en el campo de concentración; una epidemia que se extendió por todo el campo en aquel mes. Primero murió Margot y muy poco tiempo después moriría Ana.
Su padre Otto, sobrevió al Holocausto y fue quien contó la vida de su hija y dio a conocer al mundo el diario de Ana, que llegaría a ser uno de los mejores betsellers del mundo actual. Otto murió en 1980.
Se creó el Casa-Museo de Ana Frank en el mismo refugio donde pasaría sus últimos años con su familia. Esta ubicada en la calle Prinsengrancht 267 de Amsterdam.
Ana Frank se convirtió, después de su fallecimiento, en la voz de los 1.5 millones de niños que murieron durante el Holocausto nazi. Aquellas personas y familias que perdieron seres queridos en aquella atroz guerra, quieren que este diario sirva de ejemplo para que nunca más vuelva a ocurrir.


jueves, 13 de agosto de 2009

Aniversario del nacimiento de Alfred Hitchcock





El mundo del cine festeja los 110 años del nacimiento de Alfred Joseph Hitchcock. El maestro del suspense nació el 13 de agosto de 1899, en el barrio londinense de Leytonstone. Admirador de los textos de Dickens y Edgar Allan Poe, su pasión por el cine surgió tras ver El nacimiento de una nación (1915), obra cumbre de David W. Griffith.
Sus inicios en el cine mudo, como rotulador, montador y guionista, le permitieron dirigir el corto Number 13 (1923) y, en 1925, su primera película El jardín de la alegría. En 1939, la familia Hitchcock se trasladó a Hollywood para rodar Rebeca (1940) y, en el 1944, creó la Transatlantic Pictures, su propia productora. A partir de entonces, los títulos célebres del director son incontables: Recuerda (1945), Encadenados (1946), La ventana indiscreta (1954), Vértigo (De entre los muertos) (1958), Con la muerte en los talones (1959), Psicosis (1960), Los pájaros (1963), Marnie, la ladrona (1964), Cortina rasgada (1966), Frenesí (1972) y la última La trama (1976), son sólo algunos ejemplos. Hitchcock murió en su casa de Bel Air en abril de 1980, tras recibir el título de Sir, otorgado por la Reina Isabel II del Reino Unido, y el reconocimiento del American Film Institute a toda su trayectoria. El Oscar le fue negado cinco veces y la Academia sólo le concedió, en 1968, el Premio en Memoria de Irving Thalberg, considerado el Oscar Honorífico.
El imitado pero nunca igualado “toque Hitchcock” ha dejado para la historia del cine secuencias míticas como la de la ducha de Psicosis (1960) y tramas indispensables para explicar el arte de la insinuación, encabezadas por el filme La ventana indiscreta (1954).

Para saber más:

miércoles, 15 de julio de 2009

Un blog para los acentos perdidos



Un blog creado por gente que se dedica a reponer y a corregir los acentos en los carteles callejeros.
Una verdadera cruzada por la ortografía.
Podés ver a esta gente en acción aquí:

sábado, 11 de julio de 2009

VIAJE AL PAÍS DE LAS MARAVILLAS. Nueva versión del clásico por Tim Burton.

Nueva versión de un clásico. “Alicia”, de Lewis Carroll, se verá en el 2010 en clave gótica, sombría y freak. La potencia visual de un director que creó un mundo de imágenes inconfundibles.
Seguramente no es sólo el prestigio de la obra de Lewis Carroll, ni su fascinante mundo imaginativo, que ya había seducido a múltiples directores de cine, lo que hizo que Tim Burton decidiera filmar “Alicia en el país de las maravillas”. Lo que sorprende más bien es que no lo hubiera hecho antes, ya que Carroll parece servirle en bandeja una serie de personajes perfectamente asimilables a su estética y en total consonancia con sus criterios creativos. Es que entre el mundo de Carroll y el de Burton hay una hermandad secreta. Burton es más gótico y oscuro, pero ambos se deslizan, con muchos años de diferencia –Alicia en el país de las maravillas fue publicado por primera vez en 1865–, por la vertiente de lo fantástico, lo raro, lo onírico, lo melancólico, lo lúdico y lo que carece de sentido cuando se lo juzga desde la lógica diurna.
ARTÍCULO COMPLETO:

sábado, 27 de junio de 2009

"Don quijote" al cine.






La obra de Miguel de Cervantes ha sido llevada al cine en diferentes versiones desde el año ¡1898!, cuando el Sèptimo Arte recién nacía.
En este sitio podés ver todas las películas que, desde entonces, se han hecho basadas en la más grande obra de la literatura universal.